Durante varios días, mi padre y yo estuvimos practicando una canción preciosa que yo compuse para Dani , entonces le expliqué a mi padre para quien era. Al final, conseguí aprender a tocarla y la memoricé.
Cada día , la relación entre Dani y yo iba mejorando, por eso decidí hacerle una carta junto a un video que llevaría grabado una grabación mía que salía yo tocando con el piano la canción que compuse, entonces cogí un folio y un bolígrafo y escribí:
-Pues Daniel, que ya lo sabes todo... que gracias a ti los días hasta hoy son perfectos, que cuando me miras me pierdo en tus preciosos ojos y que en fin, eres todo lo que podría desear.
Me encanta cuando me sonríes así, sin ninguna razón porque así sonrío yo también.
Me pones muy feliz cuando me dices que si estoy guapa, etc, etc... Todo lo que salga de ti, ¿Sabes? para mi, es precioso. Contigo siento que soy feliz y todos mis miedos, desaparecen. Tu eres el sol que me ilumina el día y también, la luna que me ilumina la noche.
Daniel, gracias por todo, te quiero muchísimo <3.
Y a continuación le dejé escritos unos poemas que me sabía. Decoré muy alegremente la carta y como no había nadie en casa, me senté en la silla junto al piano.
Encendí la cámara de videos la puse en marcha, me froté las manos, estiré los brazos y empecé a tocar aquella canción. Cuando terminé de tocarla, la grabé en un CD.
Cuando cené y me duché me fui a mi cuarto, y antes de acostarme recordé la suerte que tenía de estar con Dani y me dormí.
Al día siguiente en el colegio, le di todo lo preparado a Dani y me dio las gracias y un pequeño beso.
También me dijo que iba muy guapa y eso me gustó mucho.
Al final del día, dieron las notas, ¡No me habían quedado ningunas! ¡Qué noticia tan magnífica! Mamá se iba a poner loca de contenta.
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